
Después de fijar la posición de los diferentes elementos, concretamos la forma y vamos apuntando, todavía en rasgos generales, la expresión y la entonación.

Entornamos los ojos y aumentamos la entonación del dibujo de una manera progresiva, puesto que estamos empleando lápices de grafito cada vez más blandos

Progresando aún más en la entonación, alcanzamos ya los tonos máximos, utilizando en esta última etapa los lápices más blandos (3 B y 6 B), y finalizamos así el retrato.
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